jueves, 5 de septiembre de 2013

El Peligro de un Accidente Nuclear



El 11 de marzo de 2011, un terremoto de 9.0 grados sacudió la costa de Japón, generando un tsunami que devastó el noreste de ese país.  El tsunami provocó una serie de accidentes en la planta nuclear de Fukushima, causando explosiones, y dañando seriamente las instalaciones.  En tres reactores ocurrió una fusión parcial del núcleo, y en unos tanques de enfriamiento las barras de combustible gastados comenzaron a sobrecalentarse.  Ante el temor de una fuga masiva de radiación, el gobierno de Japón declaró un estado de emergencia nuclear, evacuando toda la población que vivía dentro de un radio de 20 km. 

Comentando sobre el impacto inmediato del accidente nuclear en Fukushima, Wikipedia dice:

“Tras el fallo de los sistemas de refrigeración de los reactores de la central nuclear se realizaron emisiones controladas de gases radiactivos al exterior, para reducir la presión en el recinto de contención.  Se emitió al exterior una cantidad no determinada de partículas radiactivas.

El día domingo 27 de marzo se detectó en el agua del interior de las instalaciones un nivel de radiación cien mil veces por encima de lo normal, posiblemente procedente de una fuga del reactor número 2. Estos niveles de radiación dificultaban las labores de los operarios. Asimismo los niveles de yodo radiactivo en el agua del mar en las inmediaciones de la central eran 1.850 veces mayores que los que marcan los límites legales. También se detectó plutonio fuera de los reactores, procedente posiblemente del reactor número 3, el único que trabajaba con ese elemento.

Pocos días después del accidente se detectó yodo radiactivo en el agua potable de Tokio, así como altos niveles de radiactividad en leche producida en la cercanía de la central, y en espinacas producidas en la vecina Prefectura de Ibaraki. Una semana después del accidente se pudieron detectar en California partículas radiactivas procedentes de Japón, que habían atravesado el Océano Pacífico.  Algunos días después se detectó yodo radiactivo en Finlandia, si bien en ambos casos se descartaba que los niveles de radiación detectados fuesen peligrosos.

El día miércoles 27 de abril se detectó en España, y en otros países de Europa según el Consejo de Seguridad Nuclear, un aumento de yodo y cesio en el aire, proveniente del accidente de Fukushima. El Consejo de Seguridad Nuclear afirmó que no existía peligro para la salud.

           FUENTE: http://es.wikipedia.org/wiki/Accidente_nuclear_de_Fukushima_I

Ante la magnitud del desastre, el gobierno de Japón decidió que la planta nuclear no volvería a ser operativa, y que una vez que se había controlado el accidente, se clausuraría la planta para siempre.

Sin embargo, más de dos años después, lejos de haberse controlado el desastre, la planta nuclear sigue causando grandes problemas, y constituye un tremendo peligro, no sólo para la población japonesa, sino para los países vecinos.  En la actualidad, la planta está emitiendo tanta radiación, que si una persona estuviera en el sitio por dos o tres horas, sin ropa protectora, recibiría una dosis fatal de radiación.

Los científicos que están monitoreando la planta informan que cada día unas 300 toneladas de agua altamente contaminada se están filtrando al océano Pacífico.  
El Efecto de la Radiación
Obviamente el agua está afectando toda la vida biótica en la zona.  Al mismo tiempo, unas 400 toneladas de agua están ingresando (por el subsuelo) a una parte de la planta, proveniente de los cerros aledaños.  Esta agua tiene que ser bombeada diariamente a 1,000 pozos de contención, que ya tienen unas 330,000 toneladas de agua tóxica almacenada.  Para tratar de controlar la situación, y limitar el daño causado por más y más agua contaminada, el gobierno está considerando crear un muro de hielo debajo de la planta, para impedir el ingreso de más agua.  Este muro  no estará listo hasta el año 2015. Mientras tanto, el daño ecológico al medio ambiente continúa incrementando.

Cuando consideramos que muchos países están planeando construir plantas nucleares, y que muchas de esas plantas se encuentran en lugares de alto riesgo sísmico, uno se imagina el enorme peligro que eso constituye para el futuro.  El libro de Apocalipsis habla de una serie de desastres naturales que afectarán tanto al mar como a los ríos.  El accidente en Fukushima nos indica que los tiempos del fin se van acercando.  Es muy posible que ocurran otros desastres nucleares similares, sólo que estos tendrían cada vez mayores consecuencias para el planeta tierra, y la raza humana.  



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