Introducción
Luego del cristianismo, el islam es la religión más
grande del mundo. Cuenta con unos 1,500
millones de seguidores. El ‘rostro’ que
presenta es uno de unidad y fraternidad.
“Quienes profesan la fe del Islam son más de 1,500 millones de almas en
el mundo, es decir la cuarta parte de los habitantes del planeta, de los cuales
su inmensa mayoría vive en paz, familiarmente y practica la convivencia
armoniosa tal como lo ordena El Creador”[1].
Pero la triste realidad, es que en varios países
islámicos lo que se ve es nada menos que una guerra civil. Sólo tenemos que mencionar los países como
Siria, Líbano, Egipto e Irak para entender eso.
Un factor común en varios de esos países es la tensión
perenne entre dos ramas de islam – los sunitas y los chiitas. Por unos 1,300 años, estos grupos se han
confrontado; pero esa confrontación se
ha agudizado en los últimos años.
1. LAS DIFERENCIAS
ENTRE LOS SUNITAS Y LOS CHIITAS
Estas dos ramas del islam tienen sus raíces en la
lucha que ocurrió dentro del islam, luego de la muerte del fundador – Mahoma,
en 632 d.C. Antes de morir, Mahoma
nombró como su sucesor a Alí; el esposo de su hija, Fátima. Pero Aisha, la esposa de Mahoma, se opuso al
califato de Alí. Aisha fue apoyada por
ciertos hombres de influencia en Mecca, quienes nombraron a Abu Baker como el
primer Califa (líder máximo de la religión islámica). En las guerras que
sucedieron, los seguidores de los califas vencieron a los seguidores de
Alí. De ese modo, comenzó a prevalecer
los que luego serían conocidos como los sunitas.
Antes de morir, Alí trasladó la capital del islam de
Medina a Kufa, una ciudad ubicada en el sitio de la antigua Babilonia (en el
actual país de Irak). A partir de ese
momento, el territorio de Irak se convirtió en el centro de los chiitas. Ellos comenzaron a expandirse, y a prepararse
para la llegada del duodécimo imam, quien (según ellos) salvaría a la
humanidad.
Los sunitas son los musulmanes ortodoxos. La palabra, ‘suni’, significa ‘tradición’.
Los sunitas son los seguidores de los califas, los primeros sucesores de
Mahoma. Ellos representan el 90% de
todos los musulmanes, a nivel mundial.
Los sunitas no tienen una organización bien unida, ni un líder
espiritual de autoridad universal y absoluto. Ellos separan el liderazgo
espiritual (del islam) del poder del estado.
Los chiitas son los musulmanes radicales. El nombre, ‘chiitas’, es una abreviación de
la frase (en árabe), ‘Shiat Alí’,
que significa ‘partidarios de Alí’. Ellos
conforman sólo el 10% de los musulmanes.
La siguiente tabla indica la presencia de chiitas en varios países:
País
|
Sunnitas
|
Chiitas
|
Afganistán
|
84%
|
15%
|
Bahréin
|
30%
|
70%
|
Egipto
|
90%
|
1%
|
Irán
|
10%
|
89%
|
Irak
|
32-37%
|
60-65%
|
Kuwait
|
60%
|
25%
|
Líbano
|
23%
|
38%
|
Pakistán
|
77%
|
20%
|
Arabia Saudita
|
90%
|
10%
|
Siria
|
74%
|
16%
|
Turquía
|
83-93%
|
7-17%
|
Emiratos Árabes
|
81%
|
15%
|
Yemen
|
70%
|
30%
|
Como vemos, los chiitas se encuentran principalmente
en los países de Irán (89%), Irak (60%), Bahréin (70%), y en el Líbano (38%). También existen minorías importantes en Siria
(16%), Afganistán (15%), Yemen (30%) y Paquistán (20%).
Los chiitas son liderados por el Imam supremo, que es
comparable al Papa dentro del catolicismo.
El Imam establece un tejido social y político a su alrededor, que le
concede tremendo poder. Él procura
ejercer su poder, influenciando al estado, y a las decisiones del estado.
La Distribución Mundial de Sunitas (verde claro) y Chiitas (verde
oscuro)
2. LAS MANIFESTACIONES DE
LA GUERRA CIVIL
Por siglos, ambos grupos lograron convivir, con
bastante tranquilidad. Pero, a fines del
siglo 20, y a comienzos del siglo 21, fuertes tensiones comenzaron a
manifestarse entre ellos. ¿Por qué? La verdad es compleja, pero dos eventos jugaron
un papel clave en fomentar las tensiones entre ambos grupos:
i. La Revolución en Irán, en 1979, contra el antiguo Sah (presidente), que gozó el apoyo
de los EEUU. En 1979, el Sah fue
reemplazado por un gobierno chiita, liderado por el ayatolá Jomeini. Él se presentó como el líder supremo de los
todos los musulmanes, y comenzó a promover una doctrina radical hacia los
sunitas, que resultó en la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), que dejó a más
de un millón de muertos. La enseñanza de Jomeini generó una sospecha hacia los
chiitas en varios países
ii. La invasión de Irak, en 2003, por los EEUU y sus aliados. Esta invasión
derrocó el gobierno de Hussein, quien era sunita, y que por décadas había
gobernado sobre la mayoría chiita. Tras la caída de Hussein, los chiitas
tomaron el control del país, apoyados por los EEUU. Dado a ese apoyo extranjero, los chiitas
fueron considerados traidores; cosa que exacerbó las tensiones entre los
sunitas y los chiitas, no sólo en Irak, sino en otros países aledaños.
a. En Siria
Como comentamos en el blog, “El Sangrado de Siria”, la
guerra civil en ese país se debe a la confrontación entre el presidente Assad
(que pertenece a los alawitas, que es una rama de los chiitas), y la mayoría de
la población, que es sunita (ver mapa abajo).
Hasta el momento, la guerra civil ha cobrado más de
100,000 vidas, y ha desplazado a más de 4 millones de habitantes. Por su afiliación religiosa, el gobierno de
Irán está apoyando al gobierno de Siria; mientras que los rebeldes (sunitas)
gozan el apoyo de los musulmanes en otras partes del mundo. El temor es que la guerra civil en Siria
podría desatar una guerra civil de mayor alance en todo el Medio Oriente, entre
los sunitas y los chiitas[2].
b. En Irán
Irán es el país que tiene un mayor porcentaje de
chiitas (89%). No hay problemas
internos; pero Irán ambiciona ser el líder de todos los países islámicos en el
Medio Oriente. Esa es la filosofía chiita,
y es apoyada por el concepto del duodécimo Imam, que Irán considera surgirá
dentro de su territorio.
Los demás países árabes, tienen temor de las
ambiciones de Irán. Algunos están
diciendo que el mayor riesgo para el mundo musulmán ya no es Israel, ni los
EEUU, sino Irán, y sus ambiciones globales.
Esta percepción se ha agudizado desde que inició la guerra civil en
Siria.
c. En Irak
Como ya hemos notado, el centro histórico de los
chiitas es Irak. Sin embargo, en la
actualidad Irak es un país claramente dividido, religiosamente. Un 60% de la población es chiita, mientras
que un 40% es sunita (ver el mapa abajo).
Eso genera una situación sumamente peligrosa, con tensiones entre ambos
grupos que se manifiestan en atentados terroristas.
En diciembre del 2012, estimulados por la guerra en Siria, los sunitas comenzaron a rebelarse contra el gobierno liderado por los chiitas. En mayo del 2013, una serie de atentados contra los chiitas resultó en la muerte de 449 personas. Los chiitas respondieron, atacando mezquitas de los sunitas. A partir de esa fecha, los ataques continuaron sin parar; ambos grupos atacándose mutuamente. El temor es que la situación en Iraq se podría degenerar en una guerra civil entre sunitas y chiitas.
d. En Pakistán
Pakistán es un país predominantemente islámico, con un 97 % de la población profesando esa fe. A lo largo de los años, las principales tensiones han sido entre los musulmanes y los cristianos. Sin embargo, en los últimos años se vienen generando una serie de tensiones entre los sunitas y los chiitas en Pakistán. Eso se debe a que en 1981, el General Zía, aplicó la ley islámica al país, tal como era interpretada por los sunitas. Eso dio inicio a una serie de reclamos por parte de los chiitas, que han ido en aumento desde esa fecha. Los chiitas sólo representan un 20% de la población; sin embargo, son suficientes en números para causar problemas y tensiones.
“La división entre chiitas y sunitas es una
característica de la sociedad pakistaní. Las dos sectas mantienen mezquitas
separadas y evitan realizar oraciones conjuntas.
En los últimos años se produjo un recrudecimiento de los ataques contra
la mezquita del otro, que se señala fueron inspirados por la violencia sectaria
en Irak.”[4].
Durante este año (2013), Pakistán ha sido muy afecto por
una serie de atentados terroristas, algunos de ellos siendo ataques entre
sunitas y chiitas[5].
e. En el Líbano
El porcentaje de chiitas en el Líbano es mucho más
alto que en Siria. Eso preocupa a los
rebeldes en Siria, quienes temen que los activistas chiitas de Líbano podrían
incursionar en la guerra civil en Siria.
El peligro se hace más patente cuando tomamos en cuenta que el
movimiento guerrillero, en Líbano (Hezbolá), es chiita.
Hezbolá fue creado para librar una guerra contra
Israel, con el fin de devolverles el territorio a los palestinos. Recientemente, se ha advertido a los
integrantes de Hezbolá, que no se metan en el conflicto en Siria;
porque de hacerlo, alimentarían el conflicto entre sunitas y chiitas, que
desestabilizaría toda la región, e impediría la lucha contra Israel.
f. En Afganistán
Por años, los sunitas y los chiitas convivieron en este país en paz, porque estaba luchando contra un enemigo común – los rusos
(durante los años 1970-1980). Bajo el
gobierno de los talibanes, la minoría chiita gozó de mayores libertades, y
comenzó a celebrar sus festividades propias, aun en barrios donde predominaban
los sunitas. Sin embargo, poco a poco
las tensiones entre ambos grupos comenzaron a manifestarse.
En parte, esto se debió a que una nueva generación de
guerrilleros fueron en diferentes direcciones para entrenar (por razones
étnicas). Los sunitas fueron a Pakistán,
mientras que los chiitas fueron a Irán.
En esos países, ambos grupos se radicalizaron, y volvieron a Afganistán
con mayor odio mutuo. Ese odio comenzó a
sentirse o a manifestarse en crecientes ataques entre ellos. Pakistán e Irán han jugado un papel importante
en fomentar las tensiones dentro de Afganistán.
Tanto Pakistán como Irán son vecinos de Afganistán, y quieren influenciar el futuro de ese país. A ninguno de los dos les conviene una unidad
entre los sunitas y los chiitas; así que, al parecer, Pakistán e Irán están
incentivando actos de terrorismo, que les permitiría tener mayor influencia
sobre el futuro del país. Irán quiere
extender el chiismo en Afganistán, mientras que Pakistán quiere evitarlo. Así los dos países (Pakistán e Irán) se
pelean entre sí, en el territorio afgano, por medio de terceras personas – los
mismos terroristas que ellos entrenaron en sus países.
g. En Bahréin
Hasta este momento, la situación en Bahréin parece
estar tranquila. Sin embargo, la
realidad de ese país es que el gobierno sunita está dominando a la población
chiita. El gobierno ha declarado ilegal
el movimiento de Hezbolá, por temor a que ese grupo terrorista fomentaría
una guerra civil en Bahréin[6].
3. EL FUTURO DE LA GUERRA
CIVIL ISLÁMICA
Algunos temen que esta lucha entre los sunitas y los
chiitas se irá agudizando en los siguientes meses, amenazando con desatar una
guerra civil regional en todo el Medio Oriente.
No faltan los que acusan a los israelíes y a los norte americanos de estar fomentando
las tensiones, considerando que es una buena forma de debilitar la amenaza de
los países islámicos. Sin embargo, otros
afirman que hay una larga historia de sospecha y odio entre los dos grupos, que
ellos no necesitan muchos incentivos externos para dedicarse a una guerra civil. Lo que sí está claro es que en algunos países los mismos líderes nacionales son los que están fomentando el odio entre estos
dos grupos. Libros escritos por
extremistas de ambos lados motivan más la guerra civil entre los sunitas y los
chiitas, a nivel internacional.
Pero, ¿qué está haciendo Dios en todo esto? Es difícil creer que una lucha interna,
dentro del islam, que ha causado tantas muertes en el siglo 21, no esté bajo la
mira de Dios. ¿Podría Él usar este
conflicto interno, entre sunitas y chiitas, para producir algún bien? Creemos que sí. Por cientos de años, ha sido muy difícil predicar el evangelio en los países islámicos. Hay un rechazo muy fuerte contra el
cristianismo, porque los musulmanes afirman que son ellos quienes les han atacado
y matado, desde el tiempo de las cruzadas.
Lo que estamos viendo ahora, es una muerte en mayor
escala de lo que jamás se vio antes (durante las cruzadas); sólo que en este
caso, las muertes no son perpetradas por los cristianos, sino por los propios
musulmanes. Confiamos que el Espíritu
Santo usará esta guerra civil dentro del islam, para ablandar los corazones
endurecidos, y preparar el camino para una evangelización masiva de los
musulmanes, y una gran conversión entre ellos, en los últimos tiempos.
Eso no significa que nos debemos alegrar por las
muertes causadas en esta guerra civil; más bien, debemos estar orando por que
la guerra civil cese lo antes posible.
PERO, también debemos estar pidiendo a Dios que cumpla Sus
propósitos, por medio de esta guerra civil, y que obre en el corazón de
millones de musulmanes, que aún resisten el evangelio del amor de Dios.
Conclusión
Durante la segunda mitad del siglo 20, casi todos los
conflictos en el Medio Oriente tenían que ver con la nación de Israel. En el siglo 21, la gran mayoría de tensiones
en el Medio Oriente se deben a la guerra civil entre musulmanes. El conflicto Israeli-Palestino está siendo
desplazado por el conflicto suni-chiia[7].
[1] http://www.coran.org.ar/Mundo_Actual_Pag2.htm
[2] Para mayores detalles acerca de esta posibilidad, ver: http://www.asturiasmundial.com/noticia/44426/siria-inicio-de-guerra-sunitachiita-en-medio-oriente/
[3]
http://clioperu.blogspot.com/2012/02/diferencias-entre-sunitas-chiitas-y.html
[4]
http://www.ipsnoticias.net/2007/10/religion-pakistan-chiitas-y-sunitas-enfrentados-en-campus/
[6] Para mayores detalles de la situación en Bahréin, ver: http://www.laproximaguerra.com/2013/10/acercamiento-entre-eeuu-e-iran-tensa-situacion-en-bahrein.html
[7] Para más detalles de este conflicto, ver: http://www.laproximaguerra.com/search/label/chiies-sunies.